11/03/2017

¿APPS PARA LIGAR?

¡Queridos Dirtys!

Hoy quiero hablaros de mi incapacidad para ligar y de mi negación a esas apps que hasta los anuncios de televisión te venden como el lugar perfecto para encontrar todo lo que buscas.

Cuando te quedas soltera lo primero que te aconsejan a tu alrededor es ligar. Buscar hasta encontrar. Pinchito para aquí, pinchito para allá. Porque según los que te rodean necesitas subirte el autoestima y que te pongan los chacras en orden.

Lo sé. Soy la primera en aceptarlo. Que un buen polvo seguro que consigue quitarnos todas las tonterías a todos, tanto mujeres como hombres, tras una ruptura.

Cuando no sales de fiesta porque tus amigas están casadas y con hijos, o divorciadas y con hijos y viviendo en pareja, ya se sabe. Acabas sola con tu gata, viendo pelis románticas cuyos finales felices te hacen sentirte todavía más desgraciada y bebiendo cerveza hasta ponerte pedo.

—Ya lo quemaré en el gimnasio el lunes…— te susurras.

Sí, sí…

Si a eso le sumas no tener curro y tener demasiado tiempo libre, la rutina puede convertirse en algo muy monótono y deprimente...

Ahí es cuando tu mejor amigo te dice: ¿Y por qué no pruebas en Tinder de eso?

Respuesta:

—Pufff…¡qué pereza!

Pues sí, me da una pereza enorme.

Incluso se me revuelven las tripas.

¿Sabéis por qué?

Porque he acabado tan harta, tan desilusionada, tan asqueada, que solo de pensar en ligar por este tipo de aplicaciones me entran unos sofocos y unos mareos…y no de nervios o expectación, precisamente.

Hay personas a las que se les da genial, incluso les sale innato. Les encanta vender la moto, flirtear, decirles a otras personas lo que creen que quieren escuchar con el único propósito de echar un polvo. ¡Llamadme idiota pero no valgo para eso!

¿Dónde quedó conocer a alguien cara a cara, charlar, y lo que surja? Que sí, que todo acaba en lo mismo, en echar un polvo y cada uno para su casa, pero no sé… Será que no me fío de las pantallitas…

Y no te hace falta irte a Tinder ¿eh? Instagram últimamente parece también una aap para encontrar ligues. Sé de muchos que lo utilizan para ello. Dar Likes, te sigo, me sigues, mensajito privado con un Hello

(Sí, me entran muchos extranjeros…desde turcos a alemanes pasando por yanquis…)

Y digo yo…¿para qué? Si soy de Spain. Lo pone en mi perfil claramente. SPAIN.

Es algo que nunca llegaré a entender…

Cachondeo, matar el aburrimiento, llenar el silencio que ahoga el alma, soltar burradas en otro idioma dándole al traductor para que le llegue a la otra persona. ¡En serio! Lo he vivido. Y seguro que vosotras también. Y la información nos llega como un teléfono escacharrado. Demasiadas tonterías. 

¿Para qué tantas molestias? ¿No tienen nada mejor que hacer con su vida? Y a veces te ríes, pero otras lo que haces es bloquear directamente y punto.

Cada vez que veo un mensaje privado en Instagram tiemblo…

Y después suspiro, hastiada, cansada, y cada vez me desilusiono más. Porque no es que alguien haya contestado a mis stories (a veces también, menos mal xD), es un mensajito de alguien que no me conoce de nada, que simplemente ha visto una foto mía, le ha dado Me Gusta y ya me manda corazones. Y a mí se me queda una cara de gilipollas de la hostia. Porque soy la tía más normal y corriente del mundo... No me quiero imaginar cómo están las bandejas de las modelos y chicas fitness, de verdad…

Después de esos mensajes me entran unas ganas locas de apagar el móvil, aislarme, ponerme a escribir esas historias tan mías donde todo sucede como quiero que suceda, y refugiarme en mi asquerosa soledad.

Porque sí. Prefiero estar sola que llenar mi vacío con apps que nunca me darán lo que busco. No me veo encadenando continuos “nada” hasta llegar a ese “alguien”. Porque, aunque vaya de Von Freeze, en el fondo soy una romántica. ¡Esta vez espero no tardar 21 años! Que 32 ya son muchos y…Nah, es bromis…

Paso de esas aplicaciones porque sé que no voy a encontrar nada fructífero en una aplicación. He visto demasiados vídeos de personas que si lo han utilizado contando su experiencia para saber que no es lo mío. No voy a encontrar nada ahí. Ni un amigo con beneficios de esos que te ponen los chacras en orden con los que poder hablar y reírte de la vida, ni nada de nada.

Y una de las razones por las que me da tanta pereza es que no confío. Si me voy a llevar la hostia prefiero que sea cara a cara.

No confío en las personas. O más bien desconfío de casi todas las personas. Solo unas poquitas tienen el privilegio de que me dé al completo porque sé que hay muchas probabilidades de que no me fallen. Demasiadas traiciones te quitan las ganas de todo, incluso a veces hasta de abrirte a personas nuevas que podrían cambiarte la vida y enseñarte nuevas perspectivas con las que ver el mundo.

Es cierto que vivimos en un mundo rodeados de prisas y superficialidad y que lo que queremos es conocer, disfrutar, olvidar y volver a empezar. Así de simple. ¿Y entonces para qué tanto mensajito, para qué tanta preguntita sobre sueños, aficiones, música, para qué tanto roneo? Si ya los que conoces te mienten, te fallan ¿qué no hará alguien que no tiene ni un mínimo de empatía contigo? ¿Preguntar para luego reírse de ti?

Y entonces piensas en esos vibradores que te esperan en el armario y te dices a ti misma: ¿Para qué las apps?

Entro en Instagram, fisgo noruegos con pinta de empotradores, me pongo música relajante y a disfrutar, que es lo que cuenta al final.

Si en mi destino está conocer a alguien que me arregle el karma en otro lugar le encontraré. No en una ventanita de móvil que mentirá más de lo que hablará.

Habrá que salir a tomar más cafés, más cervezas (pero no demasiadas que una ya está desentrenada), ir de conciertos, etc, etc…Lo que viene siendo: salir de casa.

Porque claro, quizá esos hilos rojos del destino me tengan preparado algo especial y yo esté aquí refugiada entre cuatro paredes y sin enterarme…que a casa no van a venir a buscarme…

¿Apps para ligar?

¡Ufff, nooo! ¡Lo siento, pero paso!

¿Vosotros pasáis? ¿Las habéis utilizado? ¿Os han bombardeado con mensajitos privados? ¡Contadme experiencias!

¡Un abrazo calentito, Dirtys!