12/28/2017

CARTA AL AÑO QUE SE VA

¡Queridos Freezers!

Llevo desaparecida un tiempo porque por fin he empezado a trabajar, no porque os haya olvidado.

Y qué mejor para despedir el año en este blog que escribiendo una carta al 2017...

¡Espero que os guste! Felices Fiestas y esas cosas que se suelen decir...

¡Querido 2017!

Te escribo con el corazón en la mano porque no sé hacerlo de otra manera. Ya sabes que siempre soy demasiado sincera, tanto para lo bueno como para lo malo, aunque duela.


Has resultado ser un año complicado en el que he vivido un montón de montañas rusas, sobre todo anímicas. He derramado muchas lágrimas pero también he pronunciado muchas sonrisas.


Empezaste muy bien, te torciste a medio camino y estás acabando de la mejor manera. Sé que no es culpa tuya, sino de las circunstancias que rodeaban mi vida. Por eso me despido de ti con un sabor dulce en la boca a pesar de los momentos amargos. Sí, sé que puede sonar contradictorio pero es que aquellas cosas que me han dolido me han hecho llegar a estar aquí. De no ser por ellas, no sería la Rebeca que ahora está escribiendo estas líneas sin saber muy bien lo que te quiere decir.


Has sido un año de sueños cumplidos. Como publicar una nueva novela, ver a mis HIM en directo y tener tatuado mi Edgar Allan Poe gracias al mejor tatuador de mi tierra.


Has sido un año de crecer mentalmente, de sentirme fuerte y valiente gracias al Kick Boxing, de saber que puedo con todo lo que me proponga aunque me produzca vértigo, de sucesos que me han ayudado a convertirme en la guerrera que soy ahora, pequeña pero intensa.


Has sido un año de luchar hasta quedarme sin aliento por algo que tenía fecha de caducidad marcada desde hacía tiempo, y de dormir con la conciencia tranquila porque di todo de mí, más de lo que esa persona merecía tal y como me ha demostrado en estos últimos meses.


Has sido un año de tomar decisiones duras, de dar una hostia sobre la mesa, cambiar todo mi mundo y ponerlo patas arriba, y salir mucho más valiente de la arriesgada aventura sabiendo que me queda mucho por descubrir.


Has sido un año en el que he aprendido que las personas que decían que me querían no lo hacían tanto, que hay quienes no siempre son lo que aparentan, y que te pueden sorprender cuando menos te lo esperas, tanto para bien como para mal, y que de todo se hace uno más sabio.


Has sido un año en el que me he sentido en una nube de sueños, pero también MUY perdida y en el que me he vuelto a encontrar infinitas veces descubriendo matices de mí misma que ni siquiera conocía.


Has sido un año de sentir vértigo por una noticia médica y disfrutar del alivio después del susto. Es en esos instantes de miedo cuando aprendes a disfrutar de cada segundo.


Has sido un año repleto de nuevas experiencias, de nuevas primeras veces, de sentir que ahora sí manejo mi vida como yo quiero. ¡Lo que me queda por vivir! (como siempre me recuerda mi Cactus)


De leer un libro en el parque estando sola y no sentirme sola. De seguir firmando libros entre nudos de nervios en la barriga como la primera vez. De tener una gatita y su amor incondicional, de llegar a mi casa y que alguien me espere dispuesta a gritarme en maullidos y ronroneos, pero también de cuidarme cuando percibe que algo no anda bien.


De tomarme una cerveza con mi mejor amigo y no sentirme mal por ello, de poder contarle lo que me apetezca y hablar de lo que nos dé la gana sin tener que medir mis palabras. De quedar para comer o desayunar con mi gente y no dejar de sonreír ni un solo segundo. De tatuarme lo mismo que mi mejor amiga y saber que hay promesas que si son para siempre, al igual que hay amigas que no te abandonan nunca y te tienden la mano cuando peor te sientes pero también para descojonarse contigo de la vida.


De besar otros labios, deshacerme en otras manos y sentir mariposas en la garganta y en el estómago.


De caminar hacia delante sin tener claro el futuro y no detenerme ni para mirar hacia atrás por mucho miedo que me entre.


De despedir a personas que creía importantes y darme cuenta de que no lo eran tanto porque sigo respirando sin ellas, es lo que tienen las amistades que se evaporan con los temporales y te muestran su esencia.


De resurgir cada día como si cada noche fuese un fin del mundo. De mirar al cielo y darme cuenta de lo afortunada que soy por tener la oportunidad de percibir lo que otros no descubren gracias a la naturaleza. De encontrar inspiración en cualquier parte.


De salvarme gracias a la música que siempre estuvo ahí, gracias a mis voces favoritas, a mis canciones refugio.


De hallar nuevas sonrisas y nuevas miradas, y temblar, y no poder hacer nada con esos temblores más que sonreír por sentirme viva al disfrutarlos. Es lo bonito y lo cruel del puto destino, que a veces es muy caprichoso.


De recibir mensajes de aliento de quién menos me esperaba y sonreír por ello, porque a veces nos valoran más los de fuera de lo que nos valoramos nosotros mismos.


Has sido un año de darme cuenta de todos mis errores y tratar de enmendarlos porque sé a ciencia cierta que nunca es tarde para mantener una conversación, para pedir perdón, para abrir el corazón a personas a las que muchos años atrás les negué esa oportunidad.


De saber lo que es trabajar fuera de casa y que el cuerpo pese de cansancio y de lo genial que me siento al sentirme útil y valorada. ¡Nunca es tarde!


De darme de bruces con la realidad: que la Familia siempre está ahí para ti por muchos tropiezos que pronuncies, por muchas palabras dañinas que sueltes por la boca, por muchos años que les dejes abandonados.


Has sido un año de descubrir que cuanto más quieres que te vayan bien las cosas, peor te van porque tu karma está contaminado, y que es cuando no esperas nada de nadie cuando la vida te regala todo, de cosa pequeña en pequeña cosa, momento a momento, instante a instante, detalle a detalle.


Has sido un año en el que he aprendido que no hay nada que se pueda retener, que todo fluye como el agua. Que es sano decir adiós a las personas que no te aportan nada y que se dedican a restar, y que no hay que estar triste por ello, que es necesario para poder avanzar de verdad.


Has sido un año en el que he conocido nuevas personas que me demuestran cada día que soy importante y que sí quieren tenerme en su vida.


Has sido un año de recibir nuevas amistades que me hacen ver las cosas desde otra perspectiva, pero también de volver a recuperar aquellas que se quedaron ancladas en una especie de limbo y darme cuenta de que los sentimientos que un día nos unieron siguen ahí, que no han muerto con el paso del tiempo. Porque el olvido no siempre olvida aunque tú pensaras que no eres alguien que merece la pena recordar.


Has sido un año de redescubrir a miembros de la familia que dejé atrás y que ahora se han convertido en todo. En esa tabla de salvación de sonrisas y cervezas Redneck, de promesas, de confesiones a media voz, de tinta en la piel que me recuerda que nunca estaré sola. Y es, justo en el instante en el que miro al cielo de mi alma y me encuentro con los ojos marrones de mi ángel, cuando sonrío porque él disfrutaría un montón de nuestra amistad.


Has sido un año en el que he aprendido que todo en la vida sucede por algo, que hay personas que me han decepcionado pero dejado lecciones al hacerme daño y que cuando las he expulsado de mi vida me he sentido por fin liberada sabiéndome más fuerte y sabia.


Y que otras, por el contrario, me han dejado muchas sonrisas radiantes aunque hayan pasado por mi vida como estrellas fugaces. Y son las sonrisas que brillan las que de verdad cuentan.


Has sido un año en el que he crecido a través de las lágrimas, de los puñetazos al aire, de los desgarros del alma y de la soledad cuando abraza fuerte porque la muy puta cuando te agarra no quiere soltarte y te muestra todo lo que eres hasta aquello que no quieres ver.


Un año en el que he mirado al cielo y lo he visto repleto de estrellas sabiendo que estoy en el lugar dónde siempre quise estar. Mi casa, mi hogar, mi pueblo, mi gente. Un año en el que me he mirado en el espejo y no me he reconocido (como canta Evaristo), para reconstruirme a mí misma desde cero y volver a descubrirme antes de sonreír al encontrar algo de esa Rebeca de hace muchos años atrás.


La vida son ciclos circulares y uno siempre acaba volviendo a sus raíces. ¡Es inevitable!


Un año en el que han regresado personas a mi vida que me han mirado a los ojos y me han dicho: Ahora SI vuelves a ser tú. ¡Y encima estás radiante y preciosa! Y he sentido burbujas en el corazón porque sé que es cierto.


Y al final, a pocos días de que comience un año nuevo con todo lo que esté por llegar, después del camino recorrido, de los tropiezos, las levantadas, las rupturas, las despedidas, las piedras, las cadenas rotas, las alas batiendo en libertad, las sonrisas y las lágrimas, Rebeca se siente orgullosa de Rebeca y eso es lo único que importa.


Porque ahora miro por la ventana y veo posibilidades, nuevas oportunidades, un futuro por el que luchar y un presente que disfrutar al máximo junto a las personas que me quieren de verdad. Mío y de nadie más. Y eso es lo más importante, aunque el corazón esté rodeado de escarcha, aunque tenga algunas dudas y miedos, sé que un día volverá a latir con toda la intensidad que merece. Porque ya lo está haciendo. Porque se siente completo. Porque tiene todo lo que necesita para ser feliz. Y porque las dudas, los miedos y el vértigo de la incertidumbre son el motor de los nuevos comienzos, son lo que nos mantiene alerta y vivos.


¡Adiós 2017!


¡Te estoy esperando 2018! ¡Pienso comerte enterito, sin lastres, sin cadenas, sin remordimiento!


¡Un abrazo escarcha!

6 comentarios:

  1. Me he sentido muy identificada con tus palabras, aunque aún me queda llegar a tu nivel. El recorrido es jodido, pero sé que lo conseguiré. Gracias, con esta carta abres camino a la esperanza, esa que dicen que es lo último que se pierde, pero que, a veces, por las circunstancias y la venda en los ojos que no dejas caer, es lo primero que crees perder. Brilla, vuela, el 2018 te hace ojitos y quiere que lo engullas enterito. Mil besos.

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  2. Fabuloso Rebeka, me encanta ver plasmado en tus palabras, sueños y pensamientos que todos tenemos y a veces no nos atrevemos a expresar, espero algún dia ver esos ojos más de cerca y escuchar de tu voz real y no la que imagino cuando leo tus textos, alguno de estos relatos tan sinceros, un abrazo y muchos éxitos para seguir siendo como eres...En este universo la niña se salva,��

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  3. Es que estás radiante y preciosa, ERES INFINITA, PURA LUZ.
    Tu año y mi año se han hecho amigos, se entienden y han vivido cosas muy parecidas (como eso de besar otros labios y deshacerse en otras manos, muajajá, y el susto médico con alivio y demás :P).
    Te quiero, mi bromance.
    NUNCA DEJES DE BRILLAR.
    <3 <3 <3

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  4. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  5. Buen año chiquilla, ahora a conocerte día a día para sacar todo ese potencial que tienes dentro, recuerda que todo lo que se da de corazon se recive tarde o temprano multiplicado, te queremos tal como estas ahora, con una gran sonrisa de oreja a oreja

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