2/19/2018

¿RESACA O SINDROME PREMENSTRUAL? AMBOS

¡Queridos Dirtys!

Si hay algo bueno en mi vida de soltera es que puedo salir a tomarme una cerveza cuando me da la gana.

Lo que ya no mola tanto es cuando me digo a mí misma:

-Una y me voy para casa.

Siempre que salgo con la idea de volver pronto es cuando más tarde llego. Pero a que ¿os ha pasado a vosotros también?

Y al final me vengo arriba, me lío y una se convierten en 4, y no duermo lo suficiente, y a la resaca se le junta el síndrome premenstrual.

¿Quién dijo que ser mujer era fácil?

Y cuando sonó el despertador unas horas después de haberme acostado lo único que me apetecía era matar a alguien. ¡Con lo dulce que parezco! ¿eh? Y si a la alarma de mi móvil le sumáis el maullido continuo de una gatita pelirroja llamada Freyja, entonces ya…

Acabé tapándome los oídos, cagándome en la puta diosa nórdica del amor, y maldiciendo las gotas de alcohol que recorrían mi cuerpo.

-Voy a dejar de beber…-me susurré a mí misma a ver si me lo creía.

Pero nunca me ha gustado engañarme. No sé mentir. ¿Qué le voy a hacer si la sinceridad me puede?

Y me levanté como pude y ni la ducha me despejó y fue en ese momento cuando me di cuenta de que el día me iba a resultar  muuuuyyyy largoooo. Estaba espesa, demasiado, y cuando entrenando me comí un directo de mi mejor amiga, en toda la nariz, así ¡plas! y ni con la hostia en la cara desperté…ufff…

¡Mala señal, amiguitos!

Y tocó entrenar frontales y rodillas y codos, y tenía la mente tan saturada que no coordinaba nada. Y en silencio fui cagándome de nuevo en todo el repertorio de dioses que me sé, y las cosas me fueron saliendo un poco mejor, pero como soy demasiado realista, tuve que aceptar que no era mi mejor día.

Pero como prometí dar todo lo que pueda hasta en los días de mierda, pues he entrenado y ahora estoy intentando escribir un nuevo desvarío después de diez minutos de bloqueo literario mirando el archivo en blanco. Y así con la tontería ya voy por la palabra número 329.

Y sí, he sudado cerveza entrenando. Como casi todos los lunes. Y sí, tengo resaca. Y sí, las hormonas me están matando. Me duelen las tetas y ¡joder!...Con lo pequeñitas que son, ¿cómo pueden doler tanto?

Y sí, hoy tengo un carácter de mierda que me ha llevado a gritar a mi madre y a mi hermano en un lapso de tiempo bastante pequeñito, pero oye…

Que ser mujer no es tarea fácil. Y estar a falta de sexo no es que mejore mucho las cosas porque tengo toda la adrenalina contenida en mi 1,55 cm de estatura. Y no, no pienso sustituirlo con el dulce o el chocolate. Porque me sobran 5 kilos ya. Y me miro al espejo y me veo gorda y sé que es culpa de no seguir la dieta deportiva, de no beber tanta agua como antes de, y que estoy bebiendo demasiada cerveza, y todo se convierte en una puta rueda que va girando y girando, mutando mi estado de ánimo, y siento si os deprimo con este desvarío, pero es que hoy no es mi día.

Percibís lo de carácter de mierda y día gris ¿no?

Hoy es uno de esos días en los que hubiese sido mejor que me quedase en la cama, sola conmigo misma, llorando y deprimiéndome, pero ¿qué le voy a hacer? Soy cabezota. Y prefiero el Kick, escribir y la buena música para anestesiar mientras vacío todo lo que me marchita.

Por cierto, suenan Machine Head mientras escribo. Si no despierto con los gritos de Robb Flynn es que estoy jodida…

Malditas montañas rusas emocionales…Ahora arriba, ahora abajo, ahora arriba, luego abajo, ahora arriba, pero bueno, eso será munición para otro desvarío cuando la cabeza me coordine lo suficiente para escribirlo.

Ehhh, que Imperium me está haciendo despertar…Creo que lo estoy consiguiendo…

“Hear me now, Words I vow, No fucking regrets. Fuck these chains, No god damn slave, I will be different…”

Y sí, seré diferente. Tengo que centrarme de una puta vez. Pero es que en días como hoy lo único que me apetece es escaparme al mar o a la montaña y dejar que la naturaleza me calme y me ayude a verlo todo mejor, pero…

Luego me acuerdo de que no tengo carnet de conducir y entonces me jodo, me cabreo y me aguanto.

Y sí, tengo que sacarlo para poder escaparme muuuy lejos en los días de mierda.

Y entonces vuelvo a focalizar mi futuro, mis metas, lo que me queda por conseguir., por vivir, por conocer, por experimentar. La gente bonita que tengo a mi lado y la que está por llegar, que digo yo que serán de calidad también porque de basura ya tengo el cupo llenito...

Y sonrío, aunque sea levemente.

Y sí, sigo estando depre, las hormonas siguen fluctuando, me sigo viendo el culo gordo cuando me miro al espejo de casa de mi madre (y si no le rompo es por lo de los años de mala suerte, que bastante tengo yo ya sin romper nada), pero oye…que no hay nada que mi música favorita no consiga.

Gracias, Robb Flynn por ayudarme a resurgir hoy.

A los que leéis y que siempre estáis ahí: os mando un abrazo mitad sucio mitad depresivo, (esto ha sonado muy Emo/Gothic), y voy a seguir lamiéndome las heridas…

Lo que se traduce en irme de compras con mi madre a ver si encuentro ropa que no exagere más mi culo xD

¡Hasta el próximo desvarío!

2/12/2018

ENCUENTRA LO QUE TE HACE FELIZ...

¡Queridos Dirtys!

Si algo estoy aprendiendo últimamente de la vida es a apreciar los pequeños instantes.

A atesorar las conversaciones con personas que tienen mucho que aportar, los paseos con vistas a la naturaleza que revitalizan la sangre contaminada. A aprovechar cada día como si fuera el último, a refugiarme en esas canciones que siempre me levantaron del suelo y cantarlas, en bucle, hasta que los demonios vayan desapareciendo. Con música siempre acabé resurgiendo. Con música siempre se ve todo mucho mejor.

Si algo tengo claro es que voy a estar siempre rodeada de la gente a la que quiero y que me quiere, que ya me cansé de que me quieran a medias, de que me hablen cuando necesitan ayuda. A todas esas personas que aparecen y desaparecen, les digo: Agurrr Yogurt!!! Aire!!! (La frase no es mía, sino de mi amiga Karla, pero me viene genial porque es justo eso lo que voy a hacer. Desecharlos de mi vida. No se merecen ni un huequito pequeñito…)

No es tan difícil darse cuenta de quién de verdad te aprecia y de quién solo te utiliza porque quiere obtener algo de ti. En estos tiempos donde las redes sociales están al orden del día está muy de moda eso de utilizar y después apartar, como si las personas no tuvieran sentimientos. Y no, no voy a hablar del tema de moda en mis redes. Con que me entienda yo me vale.

No olvidéis nunca que son los momentos al lado de los que nos quieren los que realmente importan. Son esos momentos los que nos vamos a llevar. Y no hay excusas, quien quiere estar: está. Sin fallar. Sin abandonarte ni uno solo de tus días.

La solución a todos los problemas, a los días grises y a la apática rutina es que si encuentras aquello que te hace feliz, no debes abandonarlo por ninguna circunstancia. Ni por nada ni por nadie. Incluso si ese alguien eres tú misma arrebujándote bajo las mantas porque no tienes fuerza para enfrentarte al mundo cuando el frío aprieta.

Yo sé lo que me hace feliz. Y vosotros también sabéis lo que os hace felices.

Y hay veces en las que titubeo, o que se me olvida por unos segundines, y es cuando me siento perdida. Varada en una especie de vacío en el que tiemblo pensando cuál será el paso que debo dar. Pero siempre acabo encontrando mi lugar.

Porque siempre aparece ese “algo” que me recuerda de dónde vengo y a dónde quiero llegar, ese “algo” que me inspira y me dicta el sendero hacia los sueños que se hacen realidad y toda la lucha que conllevan. Y no, no he llegado hasta aquí para quedarme en la mitad, para vivir a la mitad.

Porque aunque a momentos me sienta un poco perdida, en el fondo nunca he dejado de ser yo, ni de saber lo que es aquello que me hace inmensamente feliz.

Como dice la canción: “Ha sido un momentito solo de bajada, ¡Que aquí no pasa nada…!”

Una persona a la que aprecio un montón, con un buen tirón de orejas a modo de audio de Whastaap, me dijo que todos tenemos días malos, días grises, pero es en esos días de mierda cuando más tenemos que sacar el coraje, demostrar lo que valemos y tirar para adelante.

Y aquí estoy yo, esa mini guerrera que empecé a ser y que sigo siendo, disfrutando de cada aliento. Aunque llueva, aunque haga sol y escueza, aunque nieve, sigo caminando, aunque algunos pasos sean inciertos siguen siendo pasos hacia delante. Y voy a seguir dejando huella. Porque sé que lo hago en aquellos que me aprecian, que me descubren y que quieren quedarse.

Y sí, pienso seguir sonriendo. Y no pienso perder mi sonrisa por nada del mundo. Porque nada ni nadie merece que deje de brillar. Ni yo misma intentando flagelarme.

Recordadlo siempre: ¡No dejéis nunca de brillar! ¡Cagad purpurina!

Que ya se encargará el karma de devolver a todos los que quieren quebrarnos con su mala fe, lo que realmente les está destinado.

Vivid, sonreíd, encontrad lo que os hace MUY felices y bebéoslo. Traguito a traguito.

Porque la vida hay que vivirla así. Sorbo a sorbo, apurando cada uno de sus matices, saboreando, como los buenos elixires. Deteniendo nuestros sentidos para paladearlo como se debe.

¿Encontramos lo que nos hace felices?

¿Lo disfrutamos?

¿Sonreímos sin parar?

¡Un abrazo muy dirty!