3/28/2018

UN BRINDIS POR ESAS PERSONAS...

¡Queridos Freezers!
Hoy quiero mostraros una frase que me ha dado a conocer mi amiga Mara, y que llega en el momento perfecto para hacerme reflexionar.
Con unas palabras así era inevitable que mi cabecita loca se fuese por las ramas divagando. ¡Con lo que me gusta a mí comerme la cabeza!
“La gente nunca quiere ser parte del proceso, pero quieren ser parte del resultado. El proceso es donde descubres quién merece ser parte del resultado.”
Todos tenemos épocas de cambio, tiempos de vendavales en los que dejamos de ser quienes somos para ser otras personas, sea cuál sea el motivo por el que decidimos dar carpetazo y empezar otro sendero.
Durante ese proceso de deambular calles desconocidas, emociones vertiginosas y dudas que carcomen, nos vamos a encontrar con dos tipos de personas.
Aquellas que están durante el caminar y se quedan a tu lado por muy duras que sean las tormentas.
Y aquellas a las que no les importa en absoluto lo que te suceda y que prefieren ahuyentarse y volver cuando tú ya has conseguido el resultado de ser quién quieres ser. Y casi siempre, regresan para intentar hacerte daño y no dejar nada bueno a su paso.
Estas letras son un brindis por esas personas bonitas que están en esa parte del proceso en la que tu presente está lleno de cambios, y estás mutando de planes, de vida, e incluso de corazón…
Afortunadamente, durante mis últimos meses, me he encontrado con varias personas que se han quedado a pesar del granizo y de las borrascas de nieve, de las lágrimas y de las sonrisas a medio gas.
Y es, al reflexionar, al leer una frase como ésta, cuando te das cuenta de que esas personas han permanecido a tu lado sin esconderse, que no te han soltado la mano ni por muchos problemas que pudieran tener en sus propias vidas, que siempre han intentado hacerte sonreír hasta en los momentos más grises…
Y que son justamente esas personas las que importan.
Me he puesto a hacer recuento. Y resulta que me sobran los dedos de las dos manos, pero que con los dedos de una sola mano no me llega. Por lo que he de sentirme muy afortunada. Hay otras personas que ni siquiera tienen un hombro amigo, de los de verdad, sobre el que llorar.
Por lo tanto, llego a otra conclusión.
Algo estaré haciendo bien si tengo a varias personas así a mi lado. De las que acompañan en silencio, de las que aguantan la mano cuando falla el equilibrio, de las que te recogen antes de que te caigas porque solo con mirarte lo saben todo, de las que te chinchan para que saques el mal genio, de las que te riñen en el instante adecuado porque saben que puedes con todo lo que venga. De las que te miran a los ojos y te dicen lo que realmente piensan, sin apartar la mirada.
Pero también quiero brindar por esas personas que regresan y te dicen: Me equivoqué. Perdóname. Lo siento por ser tan gilipollas. E intentan hacer las cosas de otra manera. Y te regalan nuevas sonrisas, pequeños instantes que valen para anestesiar la melancolía en los días de cielos negros.
Porque recordad esto: TODOS fallamos, todos nos equivocamos. Todos la cagamos en algún momento de nuestra vida. Y nunca es tarde para pedir disculpas si se sienten de verdad.
Porque creo firmemente que el que vuelve a tu vida es porque quiere.
No hay pistolas en la cabeza que obliguen a alguien a hablar con quien no quiere hablar. Ni a pasar tiempo con quien no quiere estar. Y menos en un mundo tan superficial como el nuestro en el que un día eres todo y al siguiente puedes ser nada. En el que puedes tenerlo absolutamente todo un mes y después quedarte en mitad de la calle con las manos vacías.
Si algo me ha quedado claro durante mi proceso de cambio es que nadie pierde el tiempo con nadie, que nadie regala nada, ni cinco minutos de su tiempo.
Y son por esas personas que están a tu lado, sea de la forma que sea, que te dedican aunque sea media hora de sus vidas, por las que merece la pena ser uno mismo en nuestro máximo esplendor, sin complejos, sin dejar de sonreír, sin ocultar nuestro brillo, sin dejar de cantar, de gritar, de bailar en los lugares más inapropiados.
Son esas personas las que se merecen tu locura, sin cadenas que te limiten, sin comerte el cerebro con: ¿qué pasará? Son esas personas las que se merecen tu dulzura y tu carácter especial. Son esas personas las que se merecen todos los detalles del mundo, por pequeños que te puedan parecer.
Porque es tiempo de dar a cada persona lo que realmente se merece. Querer a cada persona como esas personas te quieren a ti. Retribuir de verdad. Si te dan, das. Si te quitan, quitas. Si no te dan, no des.
Porque ya no es tiempo de darlo todo por quién no te trata como realmente te mereces. Que ya estamos todos muy jodidos para mendigar.
Porque como dice Ambkor. La vida es eso: disfrutar del proceso mientras progresas. Y son los pequeños instantes de sonrisas los que van formando la grandeza de la vida.
Y quién no esté a tu lado en el camino, no merece ni un cachito de tu éxito personal. Quien no quiere formar parte de tu vida, no merece ni un recuerdo. Porque hay que dejar espacio para todos los nuevos instantes que están por llegar.
¿Sonreímos? ¿Brillamos? ¿Peleamos por los que nos quieren en su vida?
¿Fabricamos nuevos instantes?
¡Claro que sí! ¡La vida está para VIVIR y no mirar atrás! Para SENTIR y no pensar en lo que sucederá. Para dejar que las cosas FLUYAN...
¡Un abrazo congelado, Freezers!

3/07/2018

AHORA SOY MÁS MUJER

¡Queridos Freezers!

Mañana es el día de la mujer. ¡Felicidades a todas mis lectoras!

Personalmente soy de las que piensa que deberíamos celebrar el día de la Mujer todos los días, al igual que los hombres deberían celebrar ser Hombres cada día.

Pero dado que es el día de la Mujer…voy a hacer una pequeña reflexión de lo que va a significar para mí el día de mañana.

Es tiempo de mirarnos al espejo, de reconocernos, de sabernos mujeres y estar orgullosas de ello.

Me siento más mujer que el marzo pasado y por eso este día es motivo de celebración para mí.

Ahora sé lo que es ser libre. Llevar la vida que yo quiero llevar y no la que otros desean para mí. Ahora sé lo que es trabajar y ganarme el sueldo, y no sentirme la mantenida de nadie. Ahora sé lo que es llegar a casa y que la soledad me abrace y que no duela porque no necesito que un hombre me diga lo que valgo. No necesito que nadie me diga que me ama para amarme yo.

Ahora sé que soy fuerte, que puedo salir de cualquier pozo por profundo que sea. Que en esta vida lo que no te mata, te hace convertirte en una guerrera. Que el amor si te cambia no es amor. Que el amor tiene cosas muy bonitas y el desamor cuando llega, con sus vendas al suelo, lo estropea todo pero también te muestra lo que de verdad tenías entre las manos.

Ahora sé lo que es decir adiós a las relaciones tóxicas y sobrevivir, a decir adiós a esas personas que decían ser amigos y amigas y sin las que puedo respirar a la perfección. Las decepciones son inevitables en el camino de la vida.

Ahora sé lo que quiero en una relación si está en mi destino volver a encontrar a un compañero de vida. Pero también sé lo que no quiero y los caminos que no volveré a cruzar. Porque no me importará volver a darlo todo, soy como soy y ya no voy a cambiar, ni quiero, sin embargo sé que no me perderé yo misma en ese proceso.

Ahora sé que las lágrimas no se derraman por cualquiera, al igual que las sonrisas de verdad no brillan con la misma intensidad cuando son fingidas. Y no todo el mundo se merece verte sonreír. Así como no todo el mundo se merece tus lágrimas.

Ahora sé que la vida no es un cuento de princesas y que me quedan muchísimas piedras con las que tropezarme, que me harán caer de nuevo, pero también sé que me levantaré mucho más sabia.

Ahora sé que las guerreras solo necesitan un guerrero que quiera combatir a su lado, no necesitan príncipes que las salven del mundo, porque saben defenderse solas.

Ahora sé que puedo conseguir todo aquello que me proponga, que las primeras veces dan mucho vértigo, pero que nadie nace aprendido y puedo dedicarme a lo que quiera porque no soy menos que nadie.

Ahora sé que no soy una mujer diez porque estoy a mucho más nivel, con todos mis defectos y mis imperfecciones, y que no necesito desprestigiar a otros para sentirme mejor conmigo misma, porque pertenezco a otra raza.

Ahora sé la satisfacción que da una sonrisa y una peineta a tiempo, lanzada a esas personas que un día me hicieron sentir inferior y que creían que no valía para trabajar ni para nada.

Ahora sé lo que es ser una mujer trabajadora, luchadora, guerrera y libre.

Ahora sé que tengo un par de alas con las que volar y conocer otros mundos, sin barreras, sin fronteras, solo con mi corazón por bandera, sin miedos. Y así quiero vivir.

Ahora sé que no hay nada seguro en la vida, que no hay que esperar nada de nadie, que simplemente hay que vivir a pleno pulmón y que la mejor sensación es cuando las personas nos sorprenden, cuando la vida nos sorprende.

Ahora sé que los detalles bonitos te hacen sonreír en los días grises del alma, y los malos recuerdos te roncan dentro de las venas haciéndote de acero. Y no hay más que hacer que sacar lecciones de ambas cosas.

Ahora sé que puedo bailar sobre los charcos en los días de lluvia, cantar mientras camino por la calle cualquier canción aunque no sea mi género predilecto, pintarme los labios de rosa aunque nunca fuese mi color, y seguir siendo la heavy/gótica. Puedo ser tan loca como quiera, tan excéntrica como quiera, porque soy yo, y amo mi locura. Y no me da vergüenza ser como soy. Los que quiero lo saben valorar y necesitan de esa chispa eléctrica para seguir sonriendo. Y se siente tan bonito cuando te aceptas y te aceptan tal y como eres.

Ahora sé lo que valgo, lo que siento, lo que tengo, lo que nunca tendré, y estoy orgullosa de ello, y estoy orgullosa de mí.

Tan solo me queda gritar: Feliz día de la mujer, Beka. Si has llegado hasta aquí, si has sobrevivido con una sonrisa y has cambiado tanto en menos de un año es porque…

¡Lo has conseguido!

Y recordad, mis Freezers mujeres, y también mis Freezers hombres…

Nunca es tarde para decir adiós, para dar una hostia sobre la mesa y cerrar la puerta de un portazo, sin mirar atrás aunque nos deshagamos en lágrimas. Nunca es tarde para respetarnos, amarnos y valorarnos como debemos. Solo así encontraremos a alguien que nos ame de verdad. Si no nos queremos nosotr@s nadie lo hará.

Nunca es tarde para empezar una nueva vida y andar el camino que nos merecemos.

No dejemos que nuestro corazón se convierta en piedra porque un día no supimos amarnos ni cuidarnos, porque un día no supieron amarnos ni cuidarnos. No dejemos que nos abrace la oscuridad porque todos tenemos motivos bonitos por los que sonreír y seguir brillando.

Y para despedirme, os dejo el fragmento de una canción que me tiene totalmente enamorada, y que ha sonado en bucle mientras escribía este desvarío, regalándome inspiración:

“Oh darlin', darlin'
What have I done?
Well I've been away from you too long
And all my days have turned to darkness
And I believe my heart has turned to stone…”

*Oh Darlin’, de The White Buffalo, en bucle mientras escribo.

¡Un abrazo gélido!